Este dragón perteneciente a la clase marejada habita en el sur del mar Mediterráneo, de ahí su nombre, donde el agua es cálida y habitan la mayoría de sus presas, como cangrejos, sardinas y peces vela.
Apariencia[]
El ala del mediterráneo se asemeja principalmente a un extinguehumo en tamaño, y a un terror terrible en alas. Es un dragón bastante pequeño, semejante a una gaviota, que posee unas excelentes (y enormes) garras para atrapar a los peces. Posee una espina dorsal que le recorre toda la parte superior del cuerpo, que cambia de color según la temperatura de las aguas, así cuando son aguas cálidas es azul oscuro, y cuando son más frías se vuelve rojizo. La cola es del tamaño de su cuerpo o un poco menor y la usa para estabilizarse en el aire. Sus escamas tienen un tono gris plateado que hace que reluzca a la luz del sol, lo que atrae a algunos peces hacia él
Habilidades[]
Bajo el agua, estos dragones pueden generar un impulso de las ondas del agua bastante fuerte, por lo que a quien le alcanza quedará aturdido durante un par de minutos. En la superficie no tiene ninguna otra habilidad, pero su dominio en las acrobacias aéreas (para cortejar a las hembras) es comparable al de un furia nocturna. Su rugido llega sorprendentemente lejos y es muy agudo, por lo que es otra arma para posibles depredadores.
Comportamiento[]
El Ala del Mediterráneo pasa la mayor parte del tiempo planeando sobre el agua en busca de alguna presa fácil, cuando la encuentra, se lanza al agua con una gran velocidad de impulso y atrapa a su presa para comérsela en el instante. Durante el día cazan y viven en solitario, pero por la noche se agrupan en algún islote cercano y duermen juntos para conservar el calor. En la manada siempre hay un alfa, que es el que marca el principio y el final del día con su rugido, y el que tiene la espina dorsal de mayor tamaño. Los grupos de estos dragones pueden estar comprendidos entre 10 y 40 miembros.
Entrenamiento[]
Para amaestrar a este dragón se le debe suministrar comida dos veces al día durante dos semanas para que sea completamente fiel a su dueño. Pero hay que tener cuidado, pues si crías a uno...¡Probablemente te encuentres a toda la manada en tu casa!